EUROPA
PRESS
1 octubre
2018
1
millón de europeos podría quedarse sin un posible nuevo tratamiento contra el
Alzheimer
Los sistemas sanitarios de algunos
países europeos carecen de la capacidad para que un futuro tratamiento
modificador de la enfermedad de Alzheimer pase rápidamente de la aprobación al
uso clínico generalizado, lo que podría dejar a un millón de personas sin
acceso a esta posible nueva estrategia terapéutica, según alerta un nuevo
estudio de la Corporación RAND.
Los investigadores examinaron los sistemas sanitarios de
España, Francia, Alemania, Italia, Suecia y Reino Unido, y valoraron los
desafíos de infraestructuras que enfrentarían estos sistemas, a partir de 2020,
si se enfrentasen a un aumento del número de pacientes que solicitaran una
detección sistemática para determinar si cumplen los requisitos ante un
tratamiento que podría prevenir o retrasar el desarrollo del Alzheimer.
El estudio reveló que el problema principal es la necesidad
de especialistas médicos preparados para realizar diagnósticos a pacientes que
puedan mostrar los primeros síntomas y, así, confirmar que sean aptos para un
novedoso tratamiento, que podría evitar la evolución de la enfermedad y que
derivase en la demencia completa.
Algunos países cuentan con "muy pocos"
especialistas médicos y podrían necesitar "formación adicional" para
evaluar a los pacientes en la fase inicial de Alzheimer, revela el informe.
Otra crítica es que hay "muy pocas" instalaciones (Hospitales de día)
con capacidad para administrar tratamientos de infusión a los pacientes.
Se espera que la carga de la enfermedad de Alzheimer en los
países de ingresos altos prácticamente se duplique entre 2015 y 2050. Los
recientes resultados positivos de los ensayos clínicos hacen que se albergue la
esperanza de que un tratamiento transformador de la enfermedad pueda estar
disponible para su uso habitual en pocos años.
"Aunque hay un esfuerzo continuo por desarrollar
tratamientos para frenar o bloquear la evolución de la enfermedad de Alzheimer,
se ha trabajado menos para preparar a los sistemas médicos de los países. Si
bien no hay certeza de que pronto se apruebe un tratamiento de la enfermedad de
Alzheimer, nuestro trabajo indica que los líderes europeos en asistencia
sanitaria deberían empezar a pensar en cómo responder en caso de que se
produzca un gran avance en esta enfermedad", apunta el autor principal del
estudio, Jodi Liu, investigador de políticas en RAND, un centro de
investigación sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos.
Hasta 1 millón de
nuevos afectados
El informe de RAND estima que hasta 1 millón de pacientes
con deterioro cognitivo leve de los seis países podrían
desarrollar Alzheimer mientras esperan a ser evaluados y tratados durante las
dos décadas posteriores a la aprobación de un posible tratamiento. Así, prevén
que se apruebe un tratamiento para su uso a partir de 2020 y que la detección
sistemática comience en 2019, aunque los investigadores destacan que la fecha
fue elegida sólo como una hipótesis para el modelo, no como una predicción de
cuándo se puede aprobar un tratamiento contra el Alzheimer.
El análisis calcula que, en tal situación, alrededor de 7,1
millones de personas con deterioro cognitivo leve solicitarían un diagnóstico
por parte de un especialista. Después de las evaluaciones de seguimiento y las
pruebas de biomarcadores, unas 2,3 millones de
personas de los seis países podrían ser candidatas para recibir dicho
tratamiento.
"Los sistemas sanitarios de algunos de los países
europeos tienen una capacidad insuficiente para diagnosticar y tratar la gran
cantidad de pacientes con enfermedad de Alzheimer en fase inicial", avanza
el estudio. De esta forma, los tiempos de espera previstos varían desde los
cinco meses para el tratamiento en Alemania hasta los 19 meses para la
evaluación en Francia.
En España, el 2044
sería el primer año sin tiempo de espera
El primer año sin tiempos de espera sería en 2030 en
Alemania, 2033 en Francia, 2036 en Suecia, 2040 en Italia, 2042 en el Reino
Unido y 2044 en España. En Alemania y Suecia, la principal limitación de
infraestructura sería la capacidad de los Hospitales de día para administrar el
tratamiento en infusión.
En los otros cuatro países, los tiempos de espera causados
por la disponibilidad de especialistas y la capacidad de centros para aplicar
la infusión retrasarían el tratamiento de un mayor número de pacientes. La
capacidad de los especialistas es el principal factor limitante de la tasa en
Francia, el Reino Unido y España.
"Cada uno de los países que estudiamos tiene un conjunto
único de limitaciones de su sistema médico y abordar esos problemas puede
resultar en un desafío. De modo que es importante empezar a debatir sobre cómo
abordar estos obstáculos ya, para que cada país esté mejor preparado si se
produce un gran avance en la enfermedad de Alzheimer", reclama Liu.
Los investigadores de RAND indican que se necesitará una
combinación de políticas reglamentarias y de planificación de los trabajadores
para abordar las limitaciones de cada sistema sanitario. Además, consideran que
la innovación en el diagnóstico y el acceso al tratamiento ayudarían a
garantizar la creación de suficiente capacidad para tratar a pacientes con la
enfermedad de Alzheimer en fase inicial.